SOBRE MI

Soy Kelly Sierra, Nutricionista y Hormone Health Coach experta en tratar la relación la comida, hábitos y salud femenina. En un principio estudié otra carrera como docente, pero para sanarme terminé estudiando nutrición, el máster en medicina en salud hormonal femenina y el curso de atracones y ansiedad por la comida.

He pasado por varias etapas en las que he tenido sobrepeso e infrapeso, he estado en ambos lados de comer sin control a no comer nada. Pasé años sin remontar mi alimentación, sintiéndome perezosa, sin constancia porque por las tardes me costaba mucho levantarme del sofá, y a mí misma me autocriticaba por no conseguir el cuerpo que quería, sumado al estrés de las oposiciones, tenía poco tiempo, y al final, todo era una excusa que ponía como prioridad. Ahora mi prioridad soy yo, y no un temario. Este fue unos de clicks mentales que hice para darme cuenta de la vida que estaba viviendo no era la que quería vivir.

Todo comenzó al nacer, nací con problemas de estómago, y durante varios no pude nada sólido, hacia los 4 años cuando pude masticar, me encantó, y no tuve control con la comida. Como cuento en mi podcast “Dinámica” siendo una niña me enfrenté a un desequilibrio hormonal que se reflejó en sobrepeso, menarquia prematura, e hirtusismo, además, de las grandes estrías.

En la adolescencia, cuanto peor me venía, más comía. La comida y las tardes de telenovela eran mi refugio.

Cuando comencé a estudiar en Granada, en la vida universitaria, pensaba que no era válida y empecé a hacer dietas, tomar quemagrasas, cheat meals, prohibir alimentosluego, vinieron los atracones.

Llegué a perder peso de la forma errónea perdiendo masa muscular y dejando de comer que cuando volviese a comer, volvería a recuperar el peso perdido.

Estando ya en un bajo peso, a veces no me venía la menstruación, y cuando venía sentía dolores muy fuertes, no podía ni sentarme. Nunca he sido diagnosticada con endometriosis, pero he tenido que aprender a tratarme para evitar ese dolor que no le deseo a nadie.

No sabía cómo hacerlo, cómo cuidarme, conseguir verme bien cuidando mi salud, ni siquiera había pensado en lo que mi ciclo hormonal necesitaba cuando ahora sé que es nuestro motor.

Mi cuerpo pasó por diferentes tamaños, lo odiaba, no me valoraba, en ninguno de los dos pesos me sentía suficiente, estaba obsesionada. Trataba de aparentar ser una persona que no era, y tendía a compararme con el cuerpo de otras mujeres llegando hacerse difícil ir a la playa en compañía o ir buscando el bañador que mejor tapase mi barriga. Siempre creí que tener el cuerpo ideal, me haría feliz, y no, lo que te hace feliz es darte lo que necesitas.

Todo comenzó a cambiar cuando conocí a mi pareja que se dedicaba al mundo del fitness, me enseñó a ver la alimentación y el deporte desde otro punto de vista. Siempre lo digo: a mí, el fitness no me dio una mala relación con la comida, me salvó de ella. Comencé a darme cuenta de que era posible comer y no aumentar de peso.

Aún así seguía intentando comer sin grasas, sin carbohidratos, of course, sin azúcares, pensando qué comería el fin de semana para ver qué cheat meal hacer, los postres en casa tenían que ser “fit” , de hecho, tenía una cuenta de recetas fitness.

Me cansé de vivir así, en la cultura de dieta porque tenía que estar planificando todo además, siempre estaba cansada, con cambios de humor, vivía cabreada, tenía acné, estreñimiento, dolor y pinchazos fuertes durante la ovulación y fase menstrual, siempre con hambre y pensando qué comer y “obligándome a hacer deporte”.

Me harté, y aprendí a alimentarme como mujer, vi que respetando las fases del ciclo hormonal, todo se ponía en su sitio. Pasé de tener inseguridades, culpa por comer, malhumor, insomnio, a verme sexy, empoderada y a verme como una mujer fuerte.

Conseguí mi bienestar físico y mental. Hoy me alegro de haber pasado por esa experiencia de aprendizaje porque ahora puedo ayudarte y entenderme mejor que nadie. Sé que ponerte como prioridad y establecer prioridades no es fácil, yo he tardado años en darme cuenta que debo valorarme, aceptarme y cuidarme como merezco. Me di cuenta de que cuando no nos cuidamos, no nos queremos, nos falta amor propio, y si no estamos bien, no podremos cuidar de los demás.

Ahora para mí, el deporte no es una obligación, es parte de mi rutina, me hace sentir viva, me convierte en una mujer empoderada y fuerte, adoro mis comidas, vivo en paz y feliz conmigo misma, no necesito nada más.

Es por eso que ahora como Nutricionista y Hormone Health Coach, acompaño a otras mujeres a sanar su relación con la comida y sus hábitos para que consigan sus metas de la forma más saludable posible.

¿Estás dispuesta a entender de una vez a tu cuerpo, para tratarlo con el amor y respeto que merece? ¿Estás dispuesta a ver cómo la alimentación y el deporte se hacen divertidos? ¿Quieres transformarte en tu mejor versión?